Reflexión
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante, TIC), son instrumentos que proporcionan múltiples funcionalidades para las personas con discapacidad, facilitándoles la comunicación, el acceso y procesamiento de la información, el desarrollo cognitivo, la participación en ámbitos educativos, la adaptación y autonomía ante el entorno, el ocio y el desempeño de actividades laborales (Marqués, 2002).
Leyendo esta definición podemos pensar que las TIC, están al alcance de cualquier persona, ignorando que existan barreras tales como cognitivas, comunicativas y físicas, pero podríamos analizar perfectamente estas barreras teniendo en cuenta la dualidad existente de las TIC, respecto a los términos de adaptabilidad y accesibilidad.
La adaptabilidad de la tecnología a día de hoy, no está exhaustivamente catalogada como accesible, respecto a software y hardware, y contenidos de las páginas webs, siendo éstas insuficientes. Los avances sobre las TIC han sido gigantes del apoyo tecnológico para personas que no tienen ningún tipo de dificultad, y también para las personas con discapacidad aunque haya sido por azar el que puedan contar con dispositivos que puedan hacer su vida más accesible al mundo tecnológico y tornadizo, por lo que existe un grado en el que todas las personas pueden utilizar un objeto o acceder a un servicio.
Pero si hablamos en términos de accesibilidad, no responde a tal concepto puesto que tenemos que buscar páginas o dispositivos adaptados para el tipo de discapacidad que presente, son muchos los avances que se han hecho respondiendo al diseño universal, sobre todo aplicado al ámbito del contexto educativo por ser ésta la clave del aprendizaje para muchos estudiantes discapacitados. Son numerosas aplicaciones las que se han creado para paliar las barreras anteriormente expuestas, y numerosas las investigaciones que han cobrado rigor al ver la importancia de las TIC en los efectos positivos de las personas en general, con diversidad funcional.